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09 marzo 2010

Aléjate de esa agua estancada, vieja y contaminada!‏

Anoche estuve estudiando la palabra de Dios y de repente sentí al Señor hablándome y diciéndome que quería que tomara más agua. Me puse de pie fui al refrigerador y así lo hice. Al despertar hoy me encuentro con este texto, al parecer Dios no solo quería que tomara más agua pero también que me dejara transformar, sanar y guiar por ella. Veamos lo que nos dice hoy el Salmista referente al agua.

Mi hermano y hermana es increíble lo que podemos descubrir de Dios si solo abrimos nuestros oídos, estudiamos la palabra y esperamos en El. Bueno aquí va el Paso de Pasión de hoy “Aléjate de esa agua estancada, vieja y contaminada”

Salmo 42,2.3.43, 3.4. Como la cierva sedienta busca las corrientes de agua, así mi alma suspira por ti, mi Dios. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios viviente: ¿Cuándo iré a contemplar el rostro de Dios? Envíame tu luz y tu verdad: que ellas me encaminen y me guíen a tu santa Montaña, hasta el lugar donde habitas. Y llegaré al altar de Dios, el Dios que es la alegría de mi vida; y te daré gracias con la cítara, Señor, Dios mío.

Me doy cuenta que el agua tiene muchos beneficios tales como:
1-Piel más sana, limpia y sin arrugas
2-Bajar de peso
3-Mejor rendimiento Físico
4-El agua funciona de “anti-acné”
5-Te mantiene despierto y lúcido.

Pero estoy seguro que cuando el salmista está expresando que su alma busca el agua no está pensando en ninguno de estos beneficios, sino más bien expresando que sin agua es imposible vivir.

¿Buscas a Dios con hambre? ¿Necesitas a Dios como el pez necesita el agua? ¿Es Dios necesario para ti o meramente es alguien que buscas cuando lo necesitas y ya?
Dios no quiere ser algo más o alguien más, El quiere ser lo primero en tu vida. Te sientes perdido sin El o puedes vivir sin su amor, dirección y favor. Al leer estas líneas del salmista me doy cuenta que Dios no sólo quiere mi bienestar físico, pero que también quiere que mi hombre interior reciba los mismos beneficios que mi cuerpo recibe con el agua. Dios quiere que…

1-Mi alma sea sanada y los valles de dolor sean allanados
2-El no quiere que el peso del pecado me destruya
3-Quiere darme nuevas fuerzas
4-Quiere limpiar mis imperfecciones
5-Me quiere mantener despierto para poder resistir al enemigo cuando venga a atacarme.

Te aseguro que si te llevas de Dios no te ira mal. Nuestro Padre y Creador saben exactamente lo que necesitamos y está más que dispuesto a darnos mucho más de lo que pedimos, pensamos o aun podemos imaginar. No sigas viviendo en contra de tu nueva naturaleza, vive de acuerdo a lo que eres en Dios y no de acuerdo a lo que eras. Acércate hoy a la fuente inagotable de agua viva que brota para vida eterna y tiene como fin principal llenarte de la presencia de Dios y llevarte a experimentar la gloria de Dios a un nivel nunca antes experimentado en tu vida. Ahora bien, la decisión es tuya. Dios te puede llevar al agua, mostrar el agua, decirte los beneficios de tomar el agua, pero en última instancia tú tienes que tomar la decisión. ¿Qué harás? ¿Seguirás sufriendo los efectos de la falta de agua en tu vida? ¿Vas a seguir sufriendo innecesariamente?

Nos relata la palabra de Dios en el evangelio de Juan capítulo cuatro la conversación entre Jesús y la samaritana. La samaritana ha llegado al pozo para sacar agua, pero se encuentra con Jesús la fuente de agua viva. Claro está que ella no sabe que es así y Jesús empieza a explicarle los beneficios del agua que él le puede dar y cuan superior es al agua del pozo. En Juan 4:15 vemos como la samaritana convencida de que ya no quiere el agua del pozo le dice a Jesús “Dame de esa agua que tú me hablas para no tener que volver a este pozo”, ¿Te imaginas? ¡Ella tomo la decisión correcta! Ella optó por agua viva y no agua empozada. Jesús, en esencia rompió su dependencia del pozo y la enseñó a depender sólo de Él. ¿De quién o de qué dependes? ¿En quién esta puesta tu confianza? Ha llegado el tiempo de que te alejes del pozo, vivas en la presencia de Dios y dependas de su presencia.

Si lees la palabra de Dios y la estudias te darás cuenta que por más que Dios quizo que Israel dejara sus ídolos y lo adorara sólo a Él, le fue casi imposible. Cada vez que daba la vuelta ahí estaban adorando baales y haciendo culto a dioses falsos. Hoy Dios de nuevo nos dice: “Depende de mí y veras como todo cambiara”. Aléjate de esa agua estancada, vieja y contaminada ¿Que está tratando de alejarte del agua viva? ¿Qué o Quién está tratando de tomar el lugar de Dios en tu vida? ¿Cómo se llama tu pozo? ¿Pozo de la Depresión? ¿Pozo de la Adicción? ¿Pozo del Pasado? ¿Pozo del dolor? ¿No crees que sea tiempo de alejarte de ese pozo y lanzarte de cabeza al río de agua viva? ¡No tengas miedo!

Hoy el Salmista nos da la clave de como buscar a Dios. Con hambre, con sed, con persistencia y sin cansarnos. Ven y moja tu vida con las aguas cristalinas de Dios, te aseguro que es exactamente lo que necesitas y que al saltar en ellas te sentirás refrescado, sanado y amado. ¡Créelo!

Ahora vamos a orar:

Dios refrescante y cristalino hoy pedimos que nos llenes de tus aguas y que al hacerlo nos limpies de todas nuestras heridas del pasado y del tiempo presente. Te damos gracias por siempre estar dispuesto para darnos de tu presencia, aún cuando la rechazamos y preferimos otras aguas. Hoy ayúdanos a someternos a ti y depender sólo de ti. Ya no quiero seguir contaminando mi vida con agua de pozo, más bien quiero llenarme de tus aguas mi Dios. Todo esto te lo pido en el nombre de Jesús. ¡Amen!

Fuente: http://davidbisono.org

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